La diabetes mellitus es una enfermedad que no tiene cura, pero con el tratamiento adecuado, el cual incluye cambios en la rutina diaria y alimentación puede mantenerse controlada. Es importante hacer énfasis en que no solo hay un tipo de diabetes mellitus, principalmente se puede clasificar en dos, sin embargo, hay algunos tipos de diabetes mellitus que se puede dar en situaciones muy específicas, como por ejemplo la diabetes gestacional.
En esta oportunidad hablaremos solamente de las diferencias y tratamientos de los dos tipos más comunes de esta enfermedad: diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2; Los síntomas podrían ser los mismos en ambas condiciones; polidipsia (sed excesiva), polifagia (Sensación incontenible de hambre)
y poliuria (Excreción muy abundante de orina.
La diabetes Mellitus Tipo 1 o Insulino dependiente:
De todas las personas que padecen esta enfermedad solamente el 5 % padecen de diabetes mellitus tipo 1. La enfermedad consiste en que las células del páncreas no pueden secretar la hormona encargada de tomar la glucosa del torrente sanguíneo e introducirla en la célula para transformarla en energía. Dicha hormona se llama insulina y al no poder ser producida por el páncreas hay que administrarla de forma externa. Como se indicó al inicio, es importante los cambios en el estilo de vida: dieta, actividad física, evitar factores como el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco.
Para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1 aparte de una dieta balanceada y un cambio en estilo de vida es necesario el uso de insulina debidamente prescrito por un médico para que sea la dosis adecuada.
Diabetes mellitus tipo 2 o no insulino dependiente:
Esta corresponde al 95 % de los casos de diabetes mellitus en general. En este tipo de diabetes el páncreas no secreta la suficiente cantidad de insulina o la poca que produce no es de buena calidad, por lo cual es necesario ayudar al organismo a utilizar de la mejor manera posible la poca insulina que se secreta.
Con respecto al tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 hay varias opciones; además de una vida saludable y una dieta adecuada, existen algunos medicamentos que pueden ayudar a mejorar la utilización óptima de la poca insulina que se produce y así mantener un nivel controlado de glucosa en el torrente sanguíneo, tales como Metformina, Glimepirida, Glibenclamida y las combinaciones de Metformina más Glibenclamida; por supuesto que el uso de los mismos siempre debe ser prescrito por un médico para que sea el tratamiento óptimo para cada paciente.